Ya no le temo al demonio mas fuerte de mi pasado.
Aquello que tanto me mortificaba por fin se ha ido, mi mente a veces se encargaba de recordarme cosas que simplemente ya no me agradaban y simplemente me enfermaban.
Tuve que torturarmeme mentalmente para bloquear todo recuerdo que me atacara. Fallaba y triunfaba, pero despues de tantas cicatrices causadas por esta gran batalla puedo decir: "Aleluya, al fin he ganado esta batalla contra aquel demonio que tanto me mortificaba, me torturaba y me enfermaba."